UNIDADES DE RADIOLOGÍA CONVENCIONAL – Parte II
Breve Historia de la Radiología:
La forma de llegar a comprender bien y con perspectiva el momento actual es
revisando los acontecimientos de los que fueron protagonistas todos aquellos que nos han precedido. Gracias a ellos podemos entender el presente y el futuro. La historia nos enseña a ser modestos y a comprender el porqué las cosas eran así.
El origen de todos los acontecimientos es la radiación electromagnética que no hemos inventado sino que ya existía desde hace millones de años, pero que el ser humano la dominó para bien o para mal (Japón). Esto hace que las radiaciones tengan mala prensa ya que la información que llega a la población es inadecuada. En realidad los hechos funestos relacionados con la radiación han tenido lugar por culpa de la mala manipulación realizada por el hombre, transformamos la materia y la dejamos inservible. Afortunadamente, existen máquinas que nos ayudan a avanzar y a mejorar todo aquello que hemos destrozado.
El avance en radiología es tan grande que cuando dominamos una técnica ya hay otra mejor que proporciona mejor bienestar. El descubrimiento de los rayos X sucede por puro azar y se debe a Roentgen. Roentgen es un personaje taciturno que tuvo una infancia y una adolescencia duras. Lo echaron de la escuela por equivocación y compañerismo (caricatura de su maestro). Fue, por tanto, autodidacta. Aprendió de los libros, centró su estudio en la física, pasó hambre para comprar sus tubos y practicar buscando las descargas a través de los gases. Su descubrimiento lo mantiene en silencio para evitar que lo tacharan de loco, sólo confía en su mujer a quien le hace la primera radiografía de la historia.
La publicación de su trabajo se extendió rápidamente en Europa y América de tal forma que los rayos X fueron utilizados con fines tan absurdos como en anuncios de ferreterías, zapaterías, ropa interior femenina anti rayos X. Se le sacó bastante partido, sobre todo en América. Pero en Europa tuvo muchos detractores, en las revistas científicas españolas de la época se pueden leer las críticas. “El miedo a los avances científicos”
Hoy día, no sólo se pueden ver las vísceras y los huesos sino que también se realizan diagnósticos y tratamientos. La informática ayuda bastante puesto que las imágenes se pueden tratar y arreglar para obtener series de cortes e imágenes tridimensionales. Tenemos aparatos para ir un poco más allá, el PET, para ver imágenes del comportamiento bioquímico cerebral…
Por desgracia en los primeros años que siguieron al descubrimiento de los RX se produjeron muchos problemas debido a la exposición excesiva a la radiación: eritema, alopecia, anemia…
Poco a poco, al usar otro tipo de tubo (Coolidge) se disminuyó la radiación de baja energía en el haz de RX y el tiempo de exposición con lo que las lesiones también disminuyeron.
Años más tarde, a los radiólogos les comenzaron a aparecer trastornos sanguíneos (aplasia medular, leucemia…) por lo que se desarrollaron dispositivos y aparatos de protección (guantes y delantales plomados…). En 1966 la ICRP (comisión internacional de protección contra la radiación) introdujo, para su empleo por todos los trabajadores de centros radiológicos, un principio nuevo, ALARA (as low as reasonably achievable) = la dosis más baja que se pueda obtener razonablemente. Y en su norma 33 aclara que:”ninguna persona podrá utilizar ningún equipo radiológico sin poseer la competencia técnica necesaria, o efectuar procedimientos radiológicos sin el conocimiento adecuado de las propiedades físicas de las radiaciones ionizantes y sus efectos nocivos”